Equilibrar claridad e información sin sobrecargar la experiencia Durante el diseño de mi portafolio me enfrenté al reto de encontrar un balance entre una estructura visualmente clara, simple y ordenada, y al mismo tiempo lo suficientemente informativa como para reflejar el valor de cada experiencia y los conocimientos adquiridos en cada proyecto.
Solución: Opté por un enfoque iterativo, explorando y evaluando distintas estructuras de diseño que fueran visualmente limpias, lógicas y organizadas. Me enfoqué en lograr un equilibrio entre estética, funcionalidad y facilidad de mantenimiento, priorizando una arquitectura visual que facilitara tanto la navegación como su implementación técnica.
Escasez de referencias Al tratarse de mi primer portafolio como diseñadora UX/UI, no me sentía segura sobre qué mostrar ni cómo presentarlo. Durante la búsqueda de referencias, me encontré con pocos ejemplos portafolios de diseñadores UX o los que lograba encontrar correspondían a perfiles muy consolidados dentro del sector, con una trayectoria avanzada y recursos difíciles de replicar desde un punto de partida inicial. Esto hizo que el proceso se sintiera desafiante, pero también me motivó a construir una propuesta auténtica y adaptada a mi nivel, enfocada en comunicar mi proceso, mis aprendizajes y mi potencial como diseñadora en formación.
Solución: Amplié mi búsqueda de inspiración, analizando tanto proyectos de otras disciplinas apropiando sus recursos visuales que pudieran aportar valor estructural y conceptual. Complementé este proceso con el apoyo de videos que abordaban cómo comunicar de manera efectiva el proceso de diseño.